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the digital humanities seem like the first ‟next big thing” in a long time, because the implications of digital technology affect every field.Mucho antes de leer este artículo de Pannapacker, ya había caído en mis manos el libro A Companion to Digital Humanities (editado por Susan Schreibman, Ray Siemens y John Unsworth. Oxford: Blackwell, 2004), por lo que las Digital Humanities eran para mí unas viejas conocidas. Por otra parte, muchos ya estábamos trabajando en las HD desde mucho antes de que se acuñara el término. El mismo Pannapacker lo reconoce en otro artículo posterior («Pannapacker at MLA: Digital Humanities Triumphant?», enero 2011)
they’ve been doing their thing for more than 20 years (and maybe even longer than that).Y Katherine Hayles (How we Think: Digital Media and Contemporary Technogenesis. University of Chicago Press, 2012) nos recuerda que «The Digital Humanities have been around since at least the 1940’s» (p. 23), que es cuando Roberto Busa comenzó las labores del Index Thomisticus, un índice lematizado de las obras de Santo Tomás de Aquino, para lo que contó con la ayuda de IBM. Primero apareció en 56 tomos impresos y en la actualidad se puede consultar en línea. No es mi objetivo contar la historia de las humanidades digitales; es mucho más entretenido y completo el capítulo de Susan Hockey «The History of Humanities Computing» (A Companion to Digital Humanities), aunque hoy ya puede estar ligeramente desfasado.
The real origin of that term [digital humanities] was in conversation with Andrew McNeillie, the original acquiring editor for the Blackwell Companion to Digital Humanities. We started talking with him about that book project in 2001, in April, and by the end of November we’d lined up contributors and were discussing the title, for the contract. Ray [Siemens] wanted “A Companion to Humanities Computing” as that was the term commonly used at that point; the editorial and marketing folks at Blackwell wanted “Companion to Digitized Humanities.” I suggested “Companion to Digital Humanities” to shift the emphasis away from simple digitization.
the practice of digital humanities cannot be reduced to doing the humanities digitally (p. 101)e insisten en ello en Short Guide to Digital Humanities (pp. 121–136 de Digital_Humanities) cuando dicen:
The mere use use of digital tools for the purpose of humanistic research and communication does not qualify as Digital Humanities. (p. 121)Es decir, no vale con ser un humanista (filolólogo en mi caso) digitalizado. Esto se lo ha reprochado Franco Moretti en un reciente artículo (5.2.2013) de Uncomputing (Building and (Not) Using Tools in Digital Humanities). Sin embargo, en digital.humanities@Oxford (nació entre el verano de 2010 y el de 2011, cuando de TEI@Oxford Summer School se convirtió en Digital Humanities at Oxford Summer School) entienden que las Humanidades Digitales son la
research that uses information technology as a central part of its methodology, for creating and/or processing data.
investigación que utiliza la tecnología de la información como parte central de su metodología para crear y/ procesar datos.Creo que esta es la definición que mejor cuadra, y en la que debemos centrarnos, pues el número de definiciones es amplio, tanto que en 2009 la Universidad de Alberta abrió una wiki titulada How do you define Humanities Computing / Digital Humanities? dentro de una actividad anual que llaman Day of the DH.
renuncio a incluir los vínculos electrónicos; son largos, complejos e insensibles sobre el papel. Es fácil encontrarlos en la red con un buscador, con un nombre propio o una palabra clave. Éste es un libro para leer con un ordenador al lado e ir buscando cada referencia (Cuadro 1, pág. 20)
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